Este es uno de los tocados que más ilusión me
hace mostraros.
Y es que las preciosas amapolas que adornan
este casquete están moldeadas a mano,
una a una, pétalo a pétalo, los
pistilos…¡todo!
Este es el resultado de un curso de arte
floral japonés que consiste
moldeado de flores con cerámica, al que llevo
asistiendo desde hace unas semanas.
El curso lo imparten Mónica y Elena de Kirei, que son encantadoras y sobretodo, muy pacientes.
Os dejo el link aquí para que veáis las maravillas
que se pueden hacer mediante esta técnica,
y que espero, poco a poco, ir introduciendo
en mis tocados.
Como veis, el resultado es muy realista, y al
igual que en la naturaleza,
no hay ninguna flor igual.
El casquete que os presento es una variación
del modelo estilo vintage con rosas preservadas
que os enseñé hace ya algunas semanas.
Lo encuentro ideal para bodas campestres, tan
de moda.
Por eso, lo he moldeado en blanco, pensando
más en vestidos informales,
incluso con un cierto aire hippie.
Las amapolas le dan un toque de color
delicioso.
Y además, con lo poco que duran las amapolas
naturales una vez cortadas,
es todo un lujo poder lucirlas en tu cabello
sin que se marchiten.
Y a vosotras,
¿os gusta este tipo de looks
para bodas campestres?
No hay comentarios:
Publicar un comentario